MÁQUINAS PARA CRECER

Max Design exhibió en sus instalaciones dos dobladoras automáticas de origen chino. Con operaciones ya cerradas en la Argentina, la empresa ya busca dar sus primeros pasos en Brasil.


Con el slogan de “simplificar el trabajo” y con la idea de “lograr productos buenos pero con el menor esfuerzo”, Max Desing dio un nuevo paso en su oferta de comercialización. Provenientes de China, la empresa localizada en la localidad bonaerense de Lanús, exhibió dos máquinas dobladoras automáticas de la marca Dobosen, que fueron probadas por usuarios de distintos lugares del país.
Con contratos de nuevas unidades ya cerrados y pedidos en marcha, el presidente de la firma, Marcelo Vendittelli detalló a Info Sign las características de ambos productos y sus principales ventajas.

¿Cómo comenzó este proyecto?
Empezamos con un sueño. Somos fabricantes y hace un año importamos productos para armado de letras corpóreas. Entre ellos, están las dobladoras automáticas. Tienen una tecnología, que si bien en el exterior se usa hace bastantes años, en la Argentina es novedosa. En su momento, viajamos a China para hacer un convenio con Dobosen, que en máquinas chicas es la firma más reconocida y tiene presencia a nivel mundial. Además, está interesada en Sudamérica.

¿De qué se trata la exposición que están haciendo en Max Desing?
Exponemos dos equipos Dobosen que son los más económicos de la compañía. Para nosotros es un gran avance y más que suficiente. Una de ellas es la A 130 que trabaja con aluminio hasta 13 cm. de perfil. La segunda, S 140, es más industrial y opera con acero inoxidable y chapas gruesas hasta 14 cm de espesor. Da la libertad de trabajar con más variedad de materiales y grosores más industrializados.

¿Cuáles fueron las repercusiones?
Nos visitó gente de Rosario, de la Costa Atlántica argentina, de la ciudad de Santa Fe, Corrientes y Córdoba, entre otros. Con empresas cordobesas ya cerramos contratos. El alcance es nacional.
El usuario en general viene viendo videos de las máquinas a través de redes sociales de fábricas del extranjero. Nosotros somos representantes a nivel local, avalados por contrato. Entonces, mucha gente se queda tranquila porque pueden hablar con alguien que está a su alcance. Y el hecho que estemos fabricando y no compitiendo, sino que somos usuarios, podemos también aconsejar lo que sirve para cada producto.

¿Cuáles son los siguientes pasos con estos productos?
Estamos incorporando equipos, pero los traemos más a modo de demostración. El argentino de la vieja escuela necesita tocar para creer. La idea es que los interesados los usen y desde Max Desing poder proveerles las máquinas y los insumos. Ya estamos esperando nuevas unidades. En el país están empezando a circular. También estamos ingresando de a poco a Brasil.

¿Para qué tipo de usuario están destinadas las dobladoras automáticas?
El artesano es difícil que llegue a acceder por el costo. Igualmente tenemos un plan de pago en pesos, a cuotas fijas y dólar oficial. La pyme ya puede acceder a estas máquinas, desde la fábrica de carteles, pequeñas letras o gigantes, como para una estación de servicio.

¿Qué otros productos están comercializando?
De la marca Dobosen también vamos a incorporar soldadoras láser en los meses siguientes. En el caso que alguien quiera una dobladora más industrializada, se traerá a pedido.

¿Hay un servicio de posventa?
Lo primero que observamos es la simpleza de la mecánica de las máquinas. Ahora, a modo de ejemplo, si a un cliente en Jujuy se le rompe una correa, no tiene que depender de Max Desing. La puede comprar en cualquier comercio que venda ese producto. Más allá de esta ventaja, siempre estamos on line y si se tiene que hacer un servicio a domicilio se hace. Las unidades vienen con un año de garantía y listas para trabajar. Además, se incluye un kit de repuestos para hacer los cambios de forma rápida. Todo lo que comercializamos es para que el cliente pueda producir y crecer.

agp