MÁS SOBRE PAPELES

El papel es el gran olvidado a la hora de imprimir, pero influye en los resultados y en la calidad de las impresiones.

 

Un papel con acabado fino y uniforme desgastará menos estas partes internas de la impresora.


Si bien a la hora de la compra puede haber alguna diferencia en el precio entre un buen papel y uno regular, ese ahorro podría convertirse en un derroche al llevarlo al costo del producto final, además de hacer ahorrar, tiempo, tinta y problemas con las impresoras.
Se podrá decir que la impresora no sabe si está imprimiendo sobre un papel de calidad o sobre uno de los baratos, pero no es tan así ya que sus engranajes, rodillos y demás partes mecánicas de la misma advierten las diferencias.
Un papel con acabado fino y uniforme desgastará menos estas partes internas de la impresora, provocará menos atascos y por tanto menos repeticiones de impresiones.
Al comprar papel, habrá que fijarse en algo más que su gramaje y su tonalidad. Durante el encolado se añade cola al papel para evitar que se corra la tinta al imprimir; en tanto, la blancura depende de la calidad de la celulosa, cuando la celulosa es de baja calidad se añaden cargas minerales. Un grano fino de mineral produce mayor opacidad y una blancura más elevada.
La durabilidad del papel depende de los ácidos empleados en su fabricación y una alta presencia de los mismos con el tiempo degrada las cadenas celulósicas y mantendrá su aspecto de recién impreso por menos tiempo.
La resilencia es la capacidad del papel para retornar a su forma inicial después de haber atravesado la mecánica de la impresora, lo que redundará en menos bollos de papel plegado entre los rodillos.
El proceso de corte de la hoja es muy importante, normalmente la bandeja de papel de la impresora se llena de un polvillo blanco muy fino, resultado de un mal corte. Este polvillo se acumula en las partes mecánicas de la impresora, incrementando con el tiempo los atascos por desajustes en los engranajes.

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