No es cuestión de cargar la tinta en la impresora y lanzarse, antes de eso se deberían tener algunas consideraciones para evitar disgustos.
Se debe priorizar la calidad de las tintas y no tanto su precio, para ahorrar podría ser en los pigmentos.
Lo primero al comprar una tinta de sublimar es prestar atención a las descripciones del producto o aclarar a su vendedor que se desea una tinta exclusivamente para sublimación y tener claro que sea compatible con el tipo de cabezal de la impresora.
Se debe priorizar la calidad de las tintas y no tanto su precio, para ahorrar podría ser en los pigmentos, ya que unas tintas malas pueden arruinar los trabajos o averiar la impresora. Una vez utilizada una marca de tinta para sublimar no es recomendable cambiarla por otra, menos mezclar las tintas de dos marcas diferentes, ya que existe un alto riesgo de dañar la impresora.
Existen marcas donde el negro no es “tan negro” luego del sublimado. Y si el color no es puro, no logrará representar el diseño original que se ve en la pantalla. Algunas tintas negras de sublimación tienden a generar resultados finales rojizos o marrones.
Si sucedió algo así puede deberse a que la tinta de sublimación es de baja calidad; faltó configurar los perfiles de la impresora desde el software de edición; se aplicó demasiada presión con la prensa térmica; se configuró mucho calor en la sublimación, o se estableció poco o excesivo tiempo de estampado.
Además, hay tintas de sublimación en las que el componente predominante es el agua y no cuenta con demasiados pigmentos. Esto da como resultado un papel que se seque lento antes de planchar y se logren resultados tenues o poco saturados.
Existen distintas tintas en el mercado que se distinguen por su base. Las tintas de sublimación son polímeras, sintéticas con base en agua y creadas específicamente para la sublimación digital. Están diseñadas para estampar a través de un proceso de calor y presión.
Las tintas de transfer están diseñadas para ser resistentes al agua (no es una tinta polímera). Puedes utilizarse con una impresora láser o de inyección de tinta y sin la necesidad de adquirir nada más. Estas tintas deben ser impresas en un material vinílico para luego estamparlas en textiles.
Las tintas DTG están diseñadas especialmente para imprimir sobre textiles con una máquina especializada y sin necesidad de transferencia de calor ni pre-impresión en materiales vinílicos.
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