El empaque es mucho más que una caja o el envoltorio del producto que se llevará al cliente y en pandemia adquirió un mayor significado.
Dependerá del tipo de transporte o almacenaje ya que deberá adecuarse a las condiciones, como temperatura y luz.
El packaging es uno de los factores más importantes para la venta ya que hará que el comprador lo visualice de manera más rápida el producto, recibirá la información que se quiere transmitir, durante la pandemia en el comercio electrónico es la primera imagen que el comprador recibe de la marca y, en un mercado cada vez más competitivo, diferencia de la competencia.
El empaque dejó de ser una mera caja de cartón y pasó a tener gran peso dentro del marketing y publicidad de todas las empresas, entonces no solo protegerá el producto desde el traslado de fábrica hasta las manos del comprador, seducirá al cliente e informa sobre el producto: como se utiliza, como se abre, fecha de caducidad, ingredientes, qué contiene.
Es de varios tipos. El primario es el que envuelve primero el producto directo; el secundario protege el packaging primario y lo puede agrupar en varias unidades, y el terciario agrupa conjuntos secundarios para almacenamiento y/o transporte. Este dependerá del tipo de transporte o almacenaje ya que deberá adecuarse a las condiciones, como temperatura y luz.
Otra característica son el diseño o imagen que dependerá de lo establecido por la empresa o a su imagen corporativa, siempre buscando diferenciarse de la competencia; el tamaño: es muy importante tener claro la medida lo que irá dentro y diferenciar si contendrá el producto directo o bien un envase primero o secundario.
Además, se deberá atender que un producto frágil o muy pesado requiere un empaque más resistente para que este no sufra daño; las condiciones a las que será sometido en el almacenaje y el transporte, viendo la temperatura, presión, apilabilidad, exposición al polvo, la humedad y otras cuestiones.
Por otra parte, puede variar según si será enviado a un intermediario o al cliente final; si será transportado por su propia empresa o una agencia externa, ya que de eso depende la posibilidad de destacar aspectos comerciales e imagen. Finalmente, debe ser fácil de abrir y utilizar siempre vigilando la inviolabilidad del contenido. Un packaging retornable tendrá un valor añadido y posibilidad de difundir la marca.
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