La tinta blanca ha sido una de las grandes innovaciones de la industria, pero la transparente y las metalizadas no le van a la zaga a la hora de buscar innovación.
Una tinta revolucionaria para la industria de la impresión es la metálica.
Además de la ya considerada y asentada tinta blanca, la transparente es una de las innovaciones de la industria que más posibilidades ofrece para la impresión profesional ya que añade brillo, textura y dimensión.
Aunque solo está disponible en dispositivos de impresión de inyección con tinta UV, tiene una alta demanda en el sector del envasado y etiquetado, así como algunos gráficos especializados que requieren reproducir algunos de los acabados más complejos generados en impresión offset.
Esta tinta, que aumenta la durabilidad y resistencia de los impresos, brinda un mate simple o barniz brillante para logotipos, fotografía, color de fondo, relieves, y otros efectos táctiles que hacen que el consumidor quiera extender la mano y tocar el gráfico. Incluso efectos de relieve sencillos agregan valor a un gráfico.
Otra tinta revolucionaria para la industria de la impresión es la metálica que brinda un valor agregado a letreros, etiquetas y otros gráficos que logran captar fácilmente la atención del consumidor.
Anteriormente, la tinta metálica solo podía ser utilizada en grandes prensas que eran muy costosas, sin embargo, ahora es posible imprimir una prueba o prototipo con efectos metálicos en un solo dispositivo logrando obtener todos los beneficios de la coincidencia de colores.
Al igual que la tinta blanca, las partículas metálicas de tinta son más pesadas que las partículas de tinta CMYK y requieren la circulación frecuente. Este tipo de tinta se adhiere bien a sustratos revestidos y no revestidos, incluyendo el vinilo, película PET o papel fotográfico, por mencionar algunos ejemplos.
Es recomendable combinar esta tinta con CMYK, así como la laminación para que tenga mayor duración y probar con antelación los materiales de impresión para garantizar los resultados.
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