Si bien cada día los equipos mejoran de manera exponencial, no es imposible lograr un buen resultado con impresoras normales.
La mejora en la calidad final de los diseños está relacionada tanto con la experiencia y las herramientas utilizadas.
Hoy día hay vinilos en los que se puede trabajar con impresoras normales, teniendo en cuenta el grosor máximo de papel que acepta la impresora y permite trabajar con papel de transparencia y papel fotográfico, y que no utilice tinta de gel ya que no es adecuada para imprimir sobre vinilo.
En cuanto al tipo de vinilo utilizar, lo más importante es comprobar para qué tipo de impresora es el vinilo con el que se va a trabajar, ya que el láser es el más problemático, puesto que genera calor para imprimir y si el material no está preparado para resistirlo, puede estropear la máquina.
Al igual que con el vinilo decorativo, con el textil se debe considerar si está preparado para impresoras de inyección equipadas con tintas acuosas DYE o pigmentadas, las mismas que se utilizan para imprimir en papel.
Esta forma de transferir tiene el inconveniente de que los colores suelen ser menos fuertes y la durabilidad con el lavado es menor, puesto que estas tintas no han sido específicamente diseñadas para textil, pero existe papel transfer que permite mejores acabados y mayor durabilidad.
Pensando en la manipulación final del objeto creado, se necesitarán unas buenas tijeras; una base de corte; un cúter e inclusive una pinza de depilar, para eliminar pedazos del vinilo que no sirven y despegar con más facilidad los vinilos adhesivos donde hay piezas muy pequeñas.
La mejora en la calidad final de los diseños está relacionada tanto con la experiencia y las herramientas utilizadas. Además, se deberá considerar el tipo de superficie y el método con el que se a adherir a ese material. La diferencia reside en la forma de adherirse.