Se pueden establecer una serie de pautas básicas para elegir el mejor envase y conseguir que los clientes elijan un producto. Segunda entrega de la serie.
El envase debe informar al usuario sobre las características y propiedades del producto.
Un elemento fundamental para elegir el mejor envase, es el sistema de impresión. Debe tratarse del más adecuado para el producto. Por ejemplo, para un envase flexible existen distintos métodos de impresión: el huecograbado o la flexografía.
Un lugar común es decir que buen diseño de packaging servirá para destacar la marca por encima de las demás en la góndola. Es vital que el diseño sea creativo para captar la atención. La elección de los colores y la tipografía juegan un papel crucial. Habrá que incluir el logotipo y slogan de la empresa para conseguir que los consumidores se acuerden de la marca.
El envase debe informar al usuario sobre las características y propiedades del producto, mostrar sus ingredientes, consejos de consumo o aplicación, información de la empresa, mencionar las fechas de caducidad o de consumo preferente y destacar los sellos negros de excesos.
Debe conservar y proteger las propiedades y características del producto y evitar cualquier alteración, por lo que es fundamental que el envase este limpio y que no deje olores ni sabores raros a los productos de alimentación.
Se tiene que tener presente el concepto “eco-friendly”, respetando el ambiente y que el envase elegido se pueda reciclar, reutilizar y sea lo menos contaminante posible. Es urgente frenar el continuo abuso en materia de desechos y reducir el derroche de materias primas.
Antes de lanzar el producto al mercado, hay que realizar un análisis exhaustivo de costos en fabricación, etiquetado, distribución y comercialización del mismo.
