Los programas informáticos y las nuevas tendencias de compra generan una gran preferencia de productos personalizados que imponen un cambio en la gestión.
La producción bajo demanda ahorra recursos y costos de depósito, reduce residuos y permite personalizar cada producto.
Además de la creciente preferencia de los clientes por las impresiones personalizadas y los softwares que permiten lograrlos, otro factor a tener en cuenta es el modelo de negocio.
Más allá del nombre y un color favorito, para que un producto sea realmente personalizado hay que pasar de un modelo de negocio de producción contra stock a otro de elaboración por pedido. Los clientes esperan recibir su compra en pocos días, con lo que la presión para cumplir plazos ajustados es máxima.
Al producir un artículo solo una vez confirmado el pedido, en lugar de generar una línea para un elevado inventario y existencias que pueden desperdiciarse, la producción bajo demanda ahorra recursos y costos de depósito, reduce residuos y permite personalizar cada producto.
Con los flujos de trabajo y el software adecuados, es tan sencillo como que los clientes hagan un pedido, elijan un diseño y reciban su producto exclusivo en pocos días.