Los consumidores rechazan las irrupciones en sus dispositivos, por lo que será mejor darles una oportunidad para que sean ellos los que busquen lo que desean El consumidor está más informado, tiene menos tiempo y es más reacio a la publicidad intrusiva. No le gustan los llamados publicitarios al celular o las publicidades emergentes en internet, pero pasa horas buscando información, opiniones y videos de un nuevo producto. Esto dio origen al inbound marketing, en el que la marca pasa de perseguir a sus clientes a que éstos la busquen. La idea es ser encontrado, allanando el camino, dejando señales para que el cliente las encuentre con facilidad y además tenga un motivo para buscarla. Cuando el público la encontró, deberá estar durante algún tiempo en contacto y lograr motivos para pasar volver a visitarla, transformarse en un difusor de ella y, sobre todo, que vuelva con otro cliente. Si bien el concepto comenzó a ser aplicado para las estrategias en internet y las redes sociales, se ha extendido a otros terrenos, en los que siempre las acciones apuntan a que sea el consumidor quien llegue al producto o servicio por su interés y atraído por un mensaje o contenidos de calidad. La idea será que los consumidores permitirán a una empresa que se comunique con ellos si saben qué ganarán a cambio, por lo que el anunciante tendrá que compensar a los usuarios, explícita o implícitamente, por atender sus mensajes. El marketing de permiso es atraer clientes sin ser invasivos, respetando su espacio. Para alcanzar ese objetivo, deberá ser diferente de la competencia, lograr un buen posicionamiento en buscadores, desarrollar marketing de contenidos, estrategias de Social Media Marketing, permitir la comunicación bidireccional y lograr reputación. Especialmente, las intromisiones publicitarias no figuran en esta línea, son una piedra en el zapato, no se puede llamar al cliente, es él quien deberá salir a buscar el producto. El especialista estadounidense Seth Godin desarrolló el concepto del “marketing del permiso”, en oposición al “marketing de interrupción”. Hoy, con un registro de “no llame” o la opción de salir de una página invasiva, pareciera que esta es la mejor opción publicitaria.