Las empresas necesitan cada vez más de una visión global que permita utilizar la tecnología más apropiada para cada espacio y función. Debido a las numerosas posibilidades que ofrece la tecnología en gestión de contenidos, infraestructuras y display, cada vez se demandan más funcionalidades a los sistemas, lo que los hace más complejos, ya que agrupan diferentes tipos de fuentes y múltiples plataformas. Existen diferentes criterios para enfocar proyectos, y distintas tecnologías digitales para llevarlos a cabo. Es necesario dimensionar los espacios, interpretar la relación y distancia entre ellos y, sobre todo, tener en claro qué tipo de información se va a presentar en cada soporte, tanto remoto como local, así como el nivel de control que se va a aplicar. A partir de esta información perfectamente definida, llega el momento de resolver los problemas de gestión y transporte derivados de la tipología de las señales (HDMI, HDSDI, HDBaseT…), la protección de los contenidos audiovisuales (HDCP) y la idoneidad de los soportes. Por todo ello, este tipo de proyectos requieren de un enfoque profesional en todas sus fases para obtener resultados satisfactorios. Siempre debe hacerse un análisis previo de necesidades y funcionalidades, a partir del cual se podrán identificar el proyecto arquitectónico, espacios de trabajo comunes y singulares, actividades repetitivas y esporádicas que se pretenden desarrollar, flexibilidad en la gestión de señales y sistemas, necesidades internas y externas de comunicación corporativa audiovisual, etc. Además, será fundamental conocer qué se va a presentar en cada display en cada momento, qué relevancia se le quiere dar al audio y cuál es el nivel de automatización y control deseado. Arquitectura del proyecto En cuanto a la arquitectura del proyecto, puede ser distribuida y centralizada. La distribuida prioriza la peculiaridad de cada espacio frente a la interconexión entre ellos, mientras que la centralizada permite una gran flexibilidad de gestión, pero complica el diseño de la infraestructura. Elegir una u otra solución dependerá de las conclusiones derivadas del análisis inicial. Habitualmente, los proyectos más complejos van a requerir soluciones mixtas. Además, hay que adecuar la infraestructura de distribución de señales a las características de las mismas, y no hay que olvidar que el transporte de la señal HD requiere fibra óptica monomodo a partir de determinadas distancias, tal como se recoge en la norma ITU BT 1367. Debe ser posible trabajar con señales de vídeo hasta 3G HD 1080p, así como con diferentes señales informáticas procedentes de notebooks, tablets o smartphones, y con 4K, UltraHD… en el futuro inmediato (o en situaciones actuales que así lo requieran). Respecto al audio, podrán coexistir sistemas analógicos y digitales. Y, respecto al control, será necesario identificar los sistemas que requieren centralización, como encendido y apagado de pantallas, reserva de salas, control de espacios singulares o tipo de auditorios, así como ver su relación con el control local de cada espacio.