El 28 de julio de 1984, dos fotógrafos de sendos diarios japoneses abrían la era de la fotografía digital en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Si bien sus nombres no pasaron a la historia, un reportero gráfico del Yomiuri Shimbum y otro del Asahi Shimbum estaban acreditados para cubrir la inauguración de los juegos en Los Ángeles, pero además ponían a prueba una máquina Canon y una Sony que competían para abrir la era digital de la fotografía. La primera de ellas, con la D413 (RC701) se impuso como cámara oficial, por ser el patrocinador de las competencias. Poco le sirvió a Sony haberse adelantado, cuando presentó el 30 de agosto de 1981 la primera máquina sin película de la historia, la Mavica, que para algunos llegó a significar la “muerte de la fotografía”. Sin embargo el lanzamiento comercial se demoró ante la mala calidad de los colores obtenidos en la copia final. Ese año, Canon ya estaba trabajando en la misma línea y, diez meses antes de los JJOO, acordó con el Yomiuri Shimbum experimentar, sobre todo, con la transmisión de imágenes. La empresa tuvo que desarrollar el grabador y el transmisor y, durante cinco meses, se realizaron las pruebas. Concluidas las pruebas, el director director general de Comunicaciones de Imagen, Masaya Maeda, y otros directivos, viajaron a Los Ángeles llevando las flamantes F1-new, la última réflex súper profesional con rollo y el prototipo de la ‘Still Video Camera’ -cámara de video fijo- D413, que a partir de 1986 sea comercializaría como RC-701. Un transmisor instalado en un auto y conectado por teléfono desde Los Ángeles a Tokio transmitía las imágenes a través del Pacífico. Todo funcionó bien, hasta el maratón masculino, cuando la comunicación se cayó y se debió pasar a una línea telefónica pública para seguir enviando el material. Se mandaron 50 archivos electrónicos de imágenes en color. La transmisión en blanco y negro tardaba seis minutos y la de color, 24. Sony estaba haciendo lo mismo con el Asahi Shinbun, con una versión mejorada de la Mavica. Ademś, en la Photokina de ese año, la feria mundial de la fotografía en Alemania, las cámaras electrónicas eran mostradas por primera vez al público. Panasonic mostró un SVC electrónico, Copal tenía una cámara de vídeo de disquete llamado CV-1 e Hitachi tenía un prototipo sin nombre en pantalla. Sin embargo, Sony no presentó la Mavica. Tras el éxito en los experimentos de 1984, Canon comercializó en 1986 la RC-701, equipada con un sensor CCD de 390.000 píxeles y una amplia gama de accesorios; además de cuatro objetivos exclusivos y un adaptador que permitía acoplarle 60 objetivos Canon FD regulares, y una impresora. El costo del cuerpo era de 2.725 dólares; los objetivos de u$s 700 a 800 cada uno; la impresora, 7.000, y el transmisor 20.000. La transmisión de blanco y negro llevaba 90 segundos; las de color, tres minutos. Las velocidades de obturación iban de un fotograma a 10 por segundo. La impresión tardaba tres o cuatro minutos. Finalmente, Sony anunció la comercialización de su MVC-A7AF y Nikon ponía su marca a una cámara de vídeo fijo de Panasonic. Sin embargo, mucho antes Kodak había encargado a Steve Sasson la construcción de una cámara digital el 12 diciembre de 1975; tenía un gran tamaño y una calidad de 0.01 Megapíxeles. Necesitaba 23 segundos para guardar una fotografía en blanco y negro en un casete y otros tantos en recuperarla. No tuvo éxito y desistió de seguir la carrera por su desarrollo.