El modelo CMYK (acrónimo de Cyan, Magenta, Yellow y Key) es un modelo de color sustractivo que se utiliza en la impresión en colores. Es la versión moderna y más precisa del modelo de color Rojo, Amarillo y Azul (RYB) que se utiliza en pintura y bellas artes. Permite representar una gama de color más amplia y tiene una mejor adaptación a los medios industriales y se basa en la mezcla de pigmentos de C, Cyan; M, Magenta; Y, Yellow, y K, Black o Key, para crear otros colores. La mezcla de colores CMY ideales es sustractiva, ya que la mezcla de cían, magenta y amarillo en fondo blanco daría negro. En el modelo CMYK, por la absorción de la luz, el color que presenta un objeto corresponde a la parte de la luz que incide sobre éste y que no es absorbida: el cian es opuesto al rojo, porque actúa como filtro a ese color; magenta es opuesto al verde, y amarillo al azul. Pero, el negro generado al mezclar los colores primarios sustractivos no es ideal y por lo tanto, la impresión a cuatro tintas utiliza el negro además de los colores primarios sustractivos amarillo, magenta y cían. Entre estas razones están: Una mezcla de pigmentos amarillo, cian y magenta rara vez produce negro puro porque es casi imposible crear suficiente cantidad de pigmentos puros. Mezclar las tres tintas sólo para formar el negro puede humedecer al papel si no se usa un tóner seco, un problema en la impresión en grandes tirajes, en la que el papel debe secarse lo suficientemente rápido para evitar que se marque la siguiente hoja. Además el papel de baja calidad se puede romper si se humedece demasiado. Generalmente, el texto se imprime en negro e incluye detalles finos. Para reproducir la tipografía usando tres tintas, sin que se desvanezca la letra, se requeriría un registro extremadamente preciso. Esta manera de generar negro no es posible, en la práctica, si se desea una fiel reproducción en la densidad y contorno, al tener que alinear las tres imágenes con demasiada exactitud. Desde un punto de vista económico, el uso de una unidad de tinta negra, en vez de tres unidades de tintas de color, puede significar un gran ahorro, especialmente porque la tinta negra es, por lo general, mucho más económica que cualquier tinta de color. Se le llama Key al negro, en vez de usar la letra B, por ser un nombre corto del término “key plate” utilizado en la impresión. Esta placa maestra imprimía el detalle artístico de una imagen, usualmente en tinta negra. El uso de la letra K también ayudó a evitar confusiones con la letra B utilizada en el acrónimo RGB.