El rostro fue definido como el espejo del alma, pero además podría ser la puerta de entrada a otras muchas particularidades de cada persona.
El reconocimiento facial es un sistema biométrico de identificación que puede reconocer a una persona partiendo de los rasgos de su cara; con esta premisa, varias empresas apuestan a este sistema como herramienta que ayuda a personalizar las experiencias de marca.
En Londres, se instalaron pantallas interactivas que pueden determinar si quien se para enfrente es mujer u hombre, para mostrar un contenido diferente: a las mujeres se les presenta información sobre los millones de mujeres en el mundo a las que les son negadas oportunidades y también se conciencia sobre la impotencia que ellas sienten al tomar decisiones debido a la discriminación y a la pobreza de su entorno.
A los hombres se les presentan estadísticas de los millones de mujeres que no tienen permitido ir al colegio, y tópicos relacionados, para que entiendan que es un tema que concierne a todos. A diferencia de las mujeres que ven un anuncio de 40 segundos, a los hombres no se les muestra la publicidad completa, haciéndoles sentir lo que significa no poder tener ‘igualdad de oportunidades’.
Según Advertising Age, se han desarrollado algunas estrategias que están llevando a la tecnología de reconocimiento facial a planos que hubieran parecido absurdos pocos años atrás, como poder llegar a interactuar con un maniquí que “observa” cada uno de nuestro movimiento. Una impresión que podría haber sido argumento para una película de terror.
Desde esa alternativa, una empresa italiana fabricante de maniquíes, lanzó el modelo Eye See que tiene una cámara dentro de los ojos del maniquí, que reconoce rasgos como edad, sexo y etnia de quienes se les acerque, con lo que sería un mecanismo de vigilancia y un sistema para detectar información sobre posibles clientes.
Conocer a cada persona que compra será más sencillo analizando su comportamiento en el momento que esté interesada por algo y de esta manera entender qué es lo que más le atrae, qué espacios son más visitados, a qué puntos dirige su mirada, qué la impulsó a dirigirse o alejarse de ahí, entre otros datos.
Esta cámara con programas de reconocimiento facial como Deep Face de Facebook, que es preciso 97.53% en la identificación de una persona, lograría saber quién es esa persona que alguna vez se acercó a ver determinado producto y cómo a través de redes sociales puede ser alcanzada, junto con sus amigos más cercanos.
En tanto, Volkswagen, con la ayuda de Almap BBDO, creó una aplicación para Chrome que pausa automáticamente los videos de YouTube cuando las personas dejan de mirar la pantalla. Esta aplicación refiere a la tecnología Stop-Start Technology, que apaga parcialmente el motor del auto para ahorrar combustible mientras éste se encuentra inmóvil.
07 de marzo de 2018 – ep