La interacción entre productos y envases, y las regulaciones gubernamentales, son algunos de los retos para la industria del envase.
La industria del envase sostenible tendrá un crecimiento constante, ya que la sustentabilidad se irá convirtiendo cada vez más en un factor de importancia entre los tomadores de decisión en todas las etapas de la cadena de valor.
Según el informe “El futuro mundial del envase hasta el año 2020”, realizado por Smithers Pira, los materiales de envasado son extremadamente visibles para el consumidor y existen presiones intensas y crecientes de su parte, los minoristas, proveedores, gobiernos, reguladores, organizaciones no gubernamentales y grupos ambientalistas para el desarrollo de productos ecológicos o materiales verdes, diseños de envases y procesos de fin de vida para reducir sus impactos sociales y ambientales.
El envase representa menos de 10% de la huella de carbono de un producto envasado, mientras que la mayor proporción proviene generalmente de la producción de las materias primas utilizadas para fabricar el producto y de su modo de consumo.
El envase, especialmente el de plástico, recibe un intenso control en todo el mundo a lo largo de toda la cadena de suministro, según el informe, desde las materias primas hasta los procesos de fin de vida, en particular el reciclaje.
En consecuencia, ha habido avances significativos en la sostenibilidad, pero este ha sido un proceso difícil debido a las complejas interacciones entre los envases y los productos envasados y las múltiples funciones que desempeñan los envases en la cadena de suministro.
Los factores importantes para incorporar las cuestiones medioambientales en el diseño, la fabricación, el uso y la disposición final de envases y productos envasados incluyen factores como el costo de los recursos y la escasez (materiales y energía), gestión de desechos, producción y desecho, huellas de gases de efecto invernadero y de gasto de agua, el cambio climático y las necesidades de las generaciones futuras.
6 de junio de 2018 – ep