La cartelería tradicional mantiene su presencia más allá de los avances tecnológicos, si se tienen en cuenta algunas características.
El cartel es un soporte gráficos clásico de la publicidad que, por más avances que puedan desarrollarse, no perderá la esencia y el objetivo esencial de apuntalar productos, ideas, enseñanzas y diferentes mensajes.
El cartel es una técnica que procura la difusión de un mensaje informativo, educativo, publicitario, propagandístico o impulsor de ideología que puede llegar a un gran público gracias a su exposición pública a un bajo costo.
Su finalidad no desaparece con las nuevas plataformas digitales y soportes, por el contrario, encuentra nuevas maneras de difundirse, por eso se sigue trabajando en los estudios creativos.
Para mantenerlo será necesario tener claridad acerca del público al que debe dirigirse, identificando el segmento al que está dedicado el mensaje y tomando en cuenta ello para selección de color, tipografía, y estilo.
Es importante lograr un impacto mayor en el espectador, con toda la originalidad posible, sin dejar de lado los principios básicos del diseño. El espectador siempre va buscar impacto y mensajes emocionales positivos y con empatía. Hay que desarrollar el discurso de respeto hacia el espectador.
El impacto y la manera inteligente de desarrollar un mensaje convincente serán determinantes para lograr que el objetivo del cartel sea alcanzado, y ese casi siempre es generar ganancias, trascendencia y alcanzar el estatus de memorable.
El mensaje visual de un cartel puede tener muchas maneras de expresarse, pero hay que tomar en cuenta a la brevedad y sencillez como atributos para lograr su objetivo.
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