Los carteles publicitarios en la vía pública pueden ser una manera eficaz de llegar a los consumidores, teniendo en cuenta algunos consejos.
Las vallas colocadas en zonas de alto tránsito llamarán la atención de los clientes potenciales. Sin embargo, deben estar bien diseñadas para llevar el mensaje de manera eficaz. Una buena combinación de colores, composición y texto podrá optimizar el diseño.
La combinación de colores llama la atención del espectador hacia el cartel. En lo posible, se deben utilizar colores fuertes y contrastantes para lograr un efecto más llamativo. Las combinaciones que comúnmente logran este efecto incluyen el negro sobre un fondo amarillo o blanco, el amarillo sobre el negro, el azul sobre el blanco, el amarillo sobre el azul, el blanco sobre el verde y el verde sobre un fondo blanco.
Por lo general, el público mira la cartelería rápidamente antes de prestar atención a otra cosa o alejarse. Por eso, las imágenes deberían estimular una respuesta emocional que resulte llamativa y memorable. Deberían usarse imágenes que reflejen emociones positivas, como placer y satisfacción. Si se está anunciando un producto o servicio sombrío por naturaleza, se puede llegar al corazón de la gente con imágenes trágicas o que generen temor. La resolución y calidad debe ser muy alta, para evitar que se vean borrosas, pixeladas y poco profesionales cuando se pasen al cartel.
Usar letras grandes es clave: mientras más grandes sean, más visible serán a la distancia. Se tendría que utilizar letras de más de 90 centímetros de alto, en negrita, limpias y legibles, y evitar las cursivas u otras fuentes ornamentales. El texto en negrita maximizará su legibilidad.
La mayoría de los carteles tienen un texto que complementa las imágenes. En estos mensajes se debe dar a conocer lo que se está publicitando, pero de manera breve y directa. El mensaje a no debería tener más de 10 palabras; el texto será original y lo suficientemente inteligente como para dejar una impresión duradera en el espectador. El humor es eficaz para la publicidad en carteles, ya que crea una relación positiva con el producto o servicio.
La combinación de colores llama la atención del espectador hacia el cartel. En lo posible, se deben utilizar colores fuertes y contrastantes para lograr un efecto más llamativo. Las combinaciones que comúnmente logran este efecto incluyen el negro sobre un fondo amarillo o blanco, el amarillo sobre el negro, el azul sobre el blanco, el amarillo sobre el azul, el blanco sobre el verde y el verde sobre un fondo blanco.
Por lo general, el público mira la cartelería rápidamente antes de prestar atención a otra cosa o alejarse. Por eso, las imágenes deberían estimular una respuesta emocional que resulte llamativa y memorable. Deberían usarse imágenes que reflejen emociones positivas, como placer y satisfacción. Si se está anunciando un producto o servicio sombrío por naturaleza, se puede llegar al corazón de la gente con imágenes trágicas o que generen temor. La resolución y calidad debe ser muy alta, para evitar que se vean borrosas, pixeladas y poco profesionales cuando se pasen al cartel.
Usar letras grandes es clave: mientras más grandes sean, más visible serán a la distancia. Se tendría que utilizar letras de más de 90 centímetros de alto, en negrita, limpias y legibles, y evitar las cursivas u otras fuentes ornamentales. El texto en negrita maximizará su legibilidad.
La mayoría de los carteles tienen un texto que complementa las imágenes. En estos mensajes se debe dar a conocer lo que se está publicitando, pero de manera breve y directa. El mensaje a no debería tener más de 10 palabras; el texto será original y lo suficientemente inteligente como para dejar una impresión duradera en el espectador. El humor es eficaz para la publicidad en carteles, ya que crea una relación positiva con el producto o servicio.