Las señales y los símbolos visuales e informativos en espacios públicos, que dependen de una disciplina del diseño gráfico, orienta a los usuarios a desplazarse por un espacio.
El diseño gráfico ambiental es una corriente que se formalizó en los últimos años, ya que anteriormente pertenecía a la arquitectura, y los especialistas descubrieron diferencias entre su disciplina y el diseño gráfico tradicional, debido a que implica la planificación y comunicación de información en objetos tridimensionales dentro de un espacio.
Dentro del EGD (por las siglas en inglés de Environmental Graphic Design ) figura el “wayfinding design”, que orienta a los usuarios en un espacio para desplazarse; y el posicionamento, que crea la imagen distintiva del espacio.
El “wayfinding” se compone de señales y símbolos visuales e informativas en espacios que pueden ir desde aeropuertos, hoteles, parques, edificios corporativos, hospitales, hasta sistemas de transportes y ciudades enteras, con la misión de crear un mapa del espacio en la mente del usuario, aunque con limitaciones.
El usuario se contacta a través de puntos de contacto, cuya cantidad y calidad deben cuidarse y esa señalización se debería conectar visualmente de manera fluida con los demás elementos de la identidad de una organización.
Con armonía, la estructura de señales refleja y refuerza las características espaciales y arquitectónicas de un espacio. Con el enfoque de la imposición, el “wayfinding design” se proyecta para crear una identidad unitaria, independiente de las características visuales de un lugar físico.
Creaciones
Así, el francés Ruedi Baur, con los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers, creó la señalización del Centro Pompidou de París con luces de neón, letreros de plástico y grandes carteles de papel. El estudio londinense Carlidge Levene, trabajó en la Tate Modern, a través de vinilos de corte pegados en paredes, además de folletos y mapas para los visitantes.
El estudio de diseño australiano Toko implementó la señalización para el East Sydney Early Learning Centre, inspirado en los bloques de juguete para niños, con una paleta cromática tenue pero variada. Mientras que Mijksenaar, una agencia de Ámsterdam y Nueva York, se encargó del “wayfinding design” del aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, con fuerte uso del amarillo, pictogramas y tipografía clara y legible.
A pesar de la irrupción de la cultura digital, la señalización física y estática no se desplazó y puede experimentar con colores, tipografía, técnicas de impresión, objetos y producción, con resultados eficaces y diversos.