A la hora de planificar se tienen que analizar criterios que aseguren el éxito comercial a la vez que se optimiza la superficie de venta.
La arquitectura interior de la tienda constituye un elemento vital dentro de un plan comercial.
Los elementos que configuran la arquitectura exterior de un local son una de las bases de un producto con identidad y personalidad propia que contribuyen a transmitir una serie de valores implícitos en la imagen de la empresa, sin descartar que es fundamental en el diseño comercial.
Existe una amplia oferta de productos con igual precio, calidad y prestaciones; en estas condiciones, la única diferencia entre la elección de un producto u otro la establecerá su exhibición, para la cual el diseño arquitectónico interior debe ser capaz de exponer rápida, atractiva y de manera efectiva un surtido de productos seleccionados en un entorno amable y seductor que marque la diferencia.
La arquitectura interior de la tienda constituye un elemento vital dentro de un plan comercial orientado a crear una identidad propia y diferenciada de su competencia, mostrando de manera clara los atributos físicos, sensoriales y emocionales.
Las circulaciones son uno de los factores que determinan el éxito o fracaso de un punto de venta, ya que ejerce una fuente de influencia psicológica en el comprador. La dirección, ancho y longitud de los pasillos determinan una correcta percepción del espacio comercial. Las circulaciones deben estar diseñadas con la idea de facilitar la compra, propiciando los flujos de tránsito, impulso y destino, favoreciendo la orientación en la búsqueda de los productos.
Para desarrollar el flujo de circulación de un establecimiento comercial dirigido a las diferentes secciones e impulsar una actitud positiva hacia la compra, resulta fundamental el estudio de los elementos de la arquitectura interior, necesarios para presentar el producto en las mejores condiciones físicas y psicológicas.
El equipamiento del espacio comercial es importante en el diseño de tiendas y locales comercial ya que además de transmitir la imagen de lo que oferta el establecimiento y generar el flujo de circulación de clientes, debe provocar ventas por impulso.
El mobiliario además de influir en la imagen que proyecta la marca y orientar la circulación, tiene la finalidad de presentar los productos en las mejores condiciones visuales y de accesibilidad posibles para facilitar la venta, por lo que ha de ser estudiada su posición, composición y forma con el fin de sacar la máxima rentabilidad a su negocio.