Todo proceso de merchandising debe significar para el mercado una genuina preocupación por la manera en que se presentan los productos ante los compradores.
El merchandising en publicidad y mercadotecnia es una técnica para atraer la atención del consumidor, interesar al cliente, generar expectativas, despertar el deseo y hacer que la compra se ejecute de la manera deseada.
Para eso, es fundamental comprender características, necesidades y deseos del cliente como se debe dominar lo que el producto es capaz de ofrecer, si se ajustan los beneficios de su compra a las necesidades del cliente para que se comercialice de la manera adecuada.
Para eso habrá que acercar el producto al cliente, ya que todo proceso de merchandising debe significar para el mercado una genuina preocupación por la manera en que se presentan los productos ante los compradores, sobre todo en cuanto a su exhibición en el punto de venta. Debe existir un acceso sencillo para que se pueda producir la compra.
El comprador busca productos que le impacten desde la vista, por lo que se le debe dar la debida importancia a la presentación desde el punto de venta y lograr una buena motivación a los compradores, con una correcta conjunción entre las características del producto, su exhibición y lo que el cliente requiere.
Si una vitrina no concuerda con el producto ni con lo que el comprador busca, seguramente no habrá garantía de ventas, por lo que se debe ofrecer variedad, alternativas diversas y trata de sorprenderle siempre, quizás con productos renovados en su imagen, quizás con rotación de productos en el punto de venta.
Es recomendable aprovechar al máximo las cualidades del punto de venta, que se convierta en un aliado para la exhibición del producto y que el comprador se sienta atraído. Aquí es importante darle la debida atención al diseño y concepto para lograr los objetivos planteados.
Por más que pueda existir rotación y evolución en los productos a promover, habrá unos que por tradición, protagonismo o importancia no deben cambiar de lugar o tal vez tengan que esperar más para ofrecer un diseño distinto.
Es fundamental una correcta coordinación entre el producto y su punto de venta con el comprador, que haya una adecuada comunicación y entender que el producto y el espacio donde se exhibe son vehículos de comunicación que deben ser capaces de transmitir las bondades de lo que se pretende comprar.
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