Los elementos para la serigrafía son la malla, la emulsión y el marco, de la calidad de todos ellos depende el resultado final.
Si bien existen múltiples aplicaciones de la serigrafía que fueron evolucionando con el tiempo, en tela, vidrio, plástico, papel, cerámica, metales, todas tienen en común los instrumentos y sustratos básicos que sirven para trabajar en ésta técnica de impresión.
La serigrafía se basa en una pantalla montada en un marco que sirve para mantener la malla tensada para que sea posible el paso de la tinta a la superficie a imprimir, más allá del tamaño y del material con el que esté construido.
Existen marcos de madera, económicos y livianos pero qué, en comparación con otros materiales, tiene la desventaja de su baja resistencia y que tiende a desviarse. En ocasiones, al comenzar a tensar la malla el marco no resiste y se fractura. Otra desventaja es que cuando la madera se moja su secado es más.
Otro material es el hierro, más estable y que no corre el riesgo de doblarse como la madera y el tensado será estable, pero es pesado y, por eso, complicado e incomodo a la hora de trabajar, además de que se oxida.
Eso dejaría al aluminio como material ideal para fabricar una pantalla, debido a que mantiene la estabilidad del hierro y la ligereza de la madera, además de poder soportar altas tensiones y ser de fácil manipulación para los operadores, lo que permite trabajar con grandes dimensiones.
Su desventaja es que tiene un alto costo, pero debido a las virtudes que tiene en relación con los otros marcos, puede que haga diferencia realizar un gasto extra.
ep
