Los dispositivos móviles han generado una tendencia mundial de consumo que se incentivará en los próximos años.
Las plataformas digitales y la conectividad a través de dispositivos móviles han motivado a los consumidores a demandar modelos de comercio que satisfagan sus deseos, con lo que el comercio móvil (mobile commerce o m-commerce) se está transformando en una tendencia mundial, aunque aún la preferencia mayoritaria para la compra siga siendo el local físico.
Si bien, en general, esta tendencia circula en celulares o tablets, en los últimos tiempos se ha incorporado el internet de las cosas (internet of thing o IoT) que, y según el Global in 2017 de Hootsuite y We Are Social, 22 por ciento de la población mundial realizó amenos una compra a través del e-commerce, y la mitad de ellos usó dispositivos móviles.
Las proyecciones de los especialistas y las consultoras para el año que viene se ubicaron en un mercado mundial superior a los 693 millones de dólares.
Según el último estudio de GSMA Intelligence respecto del impacto de esta tendencia en consumidores y empresas asegura que en 2025 dos tercios de las conexiones móviles del mundo se ejecutarán en las redes 4G y 5G; las primeras superarán el 50 por ciento y las segundas casi el 15, lo que irá en aumento desde su próximo lanzamiento este año.
El crecimiento en el internet de las cosas se dará por el uso de estos dispositivos para hogares, ciudades, edificios y empresas, de compras y búsqueda en la red y el trabajo consideró que en 2015 llegará a los 25.000 millones de conexiones.
Además, el sistema móvil representaba 4.5 por ciento del PIB nivel mundial a fin del año pasado, pero en cinco años esto alcanzará el cinco por ciento. Así, esta tecnología móvil será cada vez más importante para resolver el acceso, costo y calidad de servicios en sectores como comercio, salud, agricultura, servicios, educación y finanzas.
28 de febrero de 2018 – ep
