CONOCER EL GRAMAJE

Sabido que gramaje y grosor no son lo mismo, es importante conocer el primero para determinar en qué se podrá usar.

Para cada producto existe un gramaje recomendado y elegir mal el tipo de papel en el que imprimir un proyecto gráfico o editorial puede arruinar el efecto final. Por ejemplo, un gramaje demasiado bajo para un catálogo publicitario, las páginas serán demasiado transparentes, dejando entrever las imágenes impresas en el otro lado de la hoja.
El papel de 90 g/m2 es un papel natural sin maderas que no se ha sometido a ningún tratamiento químico. Es ideal para imprimir cantidades elevadas de texto, obteniendo una impresión bastante ligera y de grosor reducido. Se suele utilizar en color blanco o marfil para las páginas internas de los libros y para la impresión de documentos o de papel con membrete.
Con gramaje de 130 g/m2 será adecuado para la reproducción de imágenes a color de alta calidad y se podrá usar para la impresión de revistas satinadas, folletos, pósteres y folletos plegables. Es bastante resistente al paso del tiempo y puede presentar acabado mate o brillante.
El de 170 g/m2 es una cartulina bastante ligera, que garantiza una buena consistencia y un resultado cromático excelente. Es ideal para la impresión de catálogos, presentaciones, certificados y pósteres. Está disponible en versión estucada, ecológica o reciclada, y puede presentar un acabado brillante, satinado o mate, según el tipo de papel.
La de 350 g/m2 es una cartulina semirrígida está indicada para la realización de tarjetas de visita, cubiertas, etiquetas, tarjetas e invitaciones. Su elevado grosor garantiza una buena resistencia y una excelente duración.
La de 380 g/m2 es una cartulina utilizada para embalaje de productos, cubiertas y carpetas rígidas, expositores de mesa y etiquetas. Es un material caracterizado por una óptima resistencia a golpes y a deformaciones.

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