El interiorismo comercial consiste, en gran medida, en crear un ambiente que produzca en el cliente sensaciones concretas en cierto momento y lugar.
Es fundamental ser creativo para diferenciarse, ya que esto será uno de los factores que hará que el negocio tenga éxito.
La forma en la que estén creados los distintos ambientes de un comercio importa mucho, ya que es una parte muy importante de la experiencia del cliente. Por eso es tiene alguna trascendencia el interiorismo comercial, porque ayuda a crear la atmósfera que se busca compartir.
Cada uno de los espacios, según en qué momento causan sensaciones: unos trasmiten tranquilidad, otros causan sensación de alegría… El interiorismo comercial consiste, en gran medida, en crear esos ambientes. Para conseguir el resultado deseado, es crucial conocer al detalle lo que se busca y quiere transmitir, ya que el diseño debe reforzar de forma estética la experiencia de cliente.
Para conseguir que el diseño dr destaque, es imprescindible diferenciarse de los demás. Se debe ofrecer algo que nadie más ofrezca, a nivel estético y psicológico, orientado en todo momento a crear una gran experiencia de usuario.
Es fundamental ser creativo para diferenciarse, ya que esto será uno de los factores que hará que el negocio tenga éxito.
Si el local tiene un aspecto que ningún otro tiene, se conseguirá que la imagen sea una forma más de promoción. Si el diseño es el adecuado, será coherente con los valores como negocio. Con lo cual, es más probable que las personas que lo visiten, gracias al diseño, se conviertan en clientes.
Aunque hay muchas claves que se podrían señalar dentro del interiorismo comercial, hay tres principales: la innovación, la creatividad y la funcionalidad.
Es importante que el interiorismo de un comercio sea innovador, es decir, que rompa con los esquemas conocidos, pero es imprescindible que sea funcional. No se puede anteponer el diseño de un comercio a su capacidad para desarrollarse y funcionar. Si el local tiene un diseño estético, pero en el que el negocio no puede desarrollarse con normalidad, no se conseguirá el objetivo.
El equilibrio entre funcionalidad y estética es algo s tener en cuenta. El espacio comercial debe ser llamativo, y esto no puede estar reñido con la funcionalidad.