El diseño de un buen logo es resultado en muchas ocasiones, de la calidad de productos que estás ofreciendo al mercado y es parte de la codificación gráfica de la marca.
El logo democratiza el diseño, ya que puede impulsar una marca o acabar con ella.
Un buen logo es un acierto en diseño y ayuda a comunicar en algo tan sintético, todo lo que una marca o producto/servicio tiene para ofrecer. DesignRush llevó a cabo un estudio para detectar los logos más costosos de diseñar en el mundo.
Symantec , cuyo costo superó los 1.280 millones de dólares, encabezó el ranking; la segunda marca fue BP que pagó 200 millones, y en tercer lugar estuvo Cardiff City Bluebirds con 100 millones.
El costo del rediseño de un logo no es garantía de conquistar al consumidor, así los 35 millones de dólares que invirtió Tropicana fue tan radical que impactó negativamente en el consumidor y la firma de jugos necesitó de volver a lo que originalmente vendía en imagen y empaque.
Cuando el diseño forma parte de la filosofía de una marca, estas constituyen laboratorios especiales, como el Design Lab de Peugeot, que recientemente rediseñó su 208, un vehículo que modificó cada detalle como sus faros o la parte trasera y, a partir de ahí, la empresa actualizó su logo.
El nuevo logo solo fue consecuencia de hacer los coches más premium, de ponerle mucho diseño a los vehículos, con mejores materiales, y el sello de marca tomó aspectos históricos y fáciles de recordar, con un león tridimensional distinto.
El logo democratiza el diseño, ya que puede impulsar una marca o acabar con ella. Su poder, al tratarse de la codificación gráfica de una marca, es comunicar hacia el consumidor, por lo que se debes de cuidar qué expresa y cómo lo hace.
Lo que parecería surgir es que no se debe olvidar la esencia de una marca, por el contrario, ese sería el único camino que muestra el camino para comunicar con el consumidor.
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