Los cuidados ambientales y de la salud de la población impulsan nuevas tendencias en los envases y la industria de la alimentación se ha hecho cargo de ello.
Distintas empresas han lanzado materiales de envase y envases fabricados con monomateriales 100%.
Los cambios legislativos y la demanda del consumidor relacionada con la sostenibilidad y la circularidad –más allá de algunos debates circunstanciales- impulsaron la tendencia a reducir el consumo de envases y la reutilización, además del reciclado y la inclusión de material reciclado en los empaques.
La forma de hacerlo irá repercutiendo sobre envasadores, distribución, fabricantes, poseedores, administraciones, el propio consumidos, pero también sobre los recicladores urbanos y los responsables de los residuos.
La disminución de peso de los envases ha sido desde siempre una línea de trabajo para las empresas, tanto por motivos económicos como ambientales. Actualmente, se están introduciendo los “bag inbox”, o cajas de cartón que incluyen una bolsa plástica que permite la dosificación del producto.
Distintas empresas han lanzado materiales de envase y envases fabricados con monomateriales 100%, apoyándose en tecnologías como la laminación o el uso de la biorientación en su proceso de transformación. Cuando buscan barreras medias y altas, el uso de la poliamida (PA), o del EVOH, aparecen como alternativas.
Incluso, se han desarrollados proyectos con el objeto de ajustar las cantidades de EVOH, y de PA, para que sean compatibles con los flujos de reciclado del polietileno (PE). Así como en el uso de adhesivos que favorezcan la compatibilización de los materiales durante el proceso de reciclado. Cómo ya hemos visto, el papel y cartón se han transformado en materiales alternativos.
La existencia de procesos para el reciclado del PET y su incorporación, como material apto para el contacto con alimento, ha supuesto una rápida incorporación en materiales de envase, principalmente botellas y bandejas y el reciclado químico se ha convertido en una alternativa comercial.
Finalmente, los compostables están entrando en los lineales. Las principales aplicaciones son los vasos, cubiertos, platos, sorbetes, las cápsulas de café, bolsas para el envasado de frutas y verduras, y para contener residuos orgánicos, destinados al compost.