El uso de envases retornables reduciría el 75% de materiales y emisiones, para lo que se deberá superar el impulso inicial de bajo reciclaje.
El informe también destaca la importancia de alcanzar altas tasas de retorno para garantizar la efectividad de estos sistemas.
Un reciente estudio realizado por la Fundación Ellen MacArthur, en colaboración con Eunomia y Systemiq, apunta a cambiar la forma en que se manejan los envases. Los resultados indican que, al pasar de envases de un solo uso a sistemas retornables, se podría ver una disminución de hasta 75% en el uso de materiales para ciertas aplicaciones.
El estudio muestra la importancia de la colaboración entre diferentes sectores para lograr estos objetivos. Señala que para que los sistemas de envases retornables sean efectivos y económicamente viables, es esencial una cooperación estrecha entre minoristas, fabricantes y formuladores de políticas.
Además, pone de relieve la urgencia de desarrollar infraestructuras compartidas que faciliten la reutilización de envases, lo que promovería economías de escala y minimizaría las dificultades para los consumidores en la adaptación a estos nuevos sistemas.
Otro aspecto mencionado en el estudio es la estandarización de los envases. Agruparlos y estandarizarlos dentro de categorías de productos podría aumentar significativamente la eficiencia, reduciendo las emisiones y los costos de transporte. El informe también destaca la importancia de alcanzar altas tasas de retorno para garantizar la efectividad de estos sistemas. Se enfatiza la necesidad de superar rápidamente la etapa inicial, donde las tasas de retorno pueden ser bajas, para lograr un impacto significativo.