La función de la señalética es ayudar a los individuos a identificar, regular y facilitar el acceso a los servicios requeridos en un entorno definido.
La palabra señalética puede remitir a la colocación de señales que sirvan de guía a personas a pie o que controlen vehículos para advertirlas de diferentes cosas. Si bien esa definición se adapta muy bien a la palabra, también puede definir del mismo modo a la señalización.
La diferencia se da mayormente en el ámbito de actuación. La señalización debe tener en cuenta que el código que utilice debe haber sido homologado y normalizado. Debe ser el mismo independientemente del lugar en donde se aplique. No es necesario que tenga en cuenta las características del entorno porque no debe influir en él.
Pero la señalética debe involucrarse con dónde se va a utilizar y se debe adaptar a cada caso concreto, ya que ayuda a crear la imagen del entorno, refuerza su imagen pública. Por esta razón, se la vincula con el diseño gráfico. Y debe estar dotada de eficiencia y de estética.
La función de la señalética es ayudar a identificar, regular y facilitar el acceso a los servicios requeridos en un entorno definido. En cierta manera, debe estar muy relacionada con la semiología, destacando la interpretación sobre el significado.
Se la puede clasificar de dos maneras: de acuerdo con su sistema de colocación, sujeción o ubicación, es decir colgante, adosada, de pie, eso dependerá del formato, material, lugar, etcétera.
De acuerdo a su objetivo, puede ser de orientación, información, dirección, identificación, regulación, preventivas, restrictivas, prohibitivas, ornamentales.
La señalética es una actividad que consigue que la cualidad estética del diseño y la funcional se mezclen y se distingan al mismo tiempo. Es necesario que sea fácilmente comprensible para cualquier usuario, así será exitosa y gratificante.
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