El estampado es un sistema de acabado de un tejido o hilado, por medio del cual se tiñe de manera localizada en una o varias zonas del mismo.
Para hacer un estampado se aplica un colorante soluble, natural o sintético, bajo determinadas condiciones y en zonas específicas del material textil que tendrá luego ese diseño. Según la forma en que se aplica el colorante, la estampación será directa, por corrosión, por reserva o especial. El estampado directo -el más común- implica fijar directamente el color sobre la tela, luego se seca y se vaporiza o termofija.
Cuando se hace por corrosión, se realiza sobre una tela previamente teñida, en general de color oscuro y la pasta -coloreada o no- contiene un producto corroyente que elimina el color de la tela en el lugar que se estampa, durante el proceso de vaporizado. Es adecuado para colores claros sobre oscuros y diseños delicados y línea finas.
En el caso de ser por reserva, se estampa primero una pasta de reserva y luego se tiñe el hilado o el tejido. La pasta repele el colorante, de manera que en los lugares estampados este no se fija y aparece el color de fondo del hilado o el teñido. Es un método muy antiguo y se hace tanto de forma artesanal como industrial.
Las estampaciones especiales son el devoré cuando el tejido se teje especialmente con hilados de dos materias primas diferentes o con hilado de poliéster recubierto de algodón. Al estampar una pasta ácida, la misma elimina una de las materias primas, dejando la zona estampada transparente o con menor densidad.
El cloqué que se da estampando un tejido, que puede estar previamente teñido, con una pasta con un alto contenido de soda caústica, que provoca, una vez seca y lavada, el encogimiento de la zona estampada, produciendo un efecto de fruncido.
El flocado que consiste en la aplicación sobre la superficie de fibras celulósicas cortadas que se adhieren por medio de un adhesivo previamente estampado, y se orientan verticalmente por aplicación de un campo electrostático.
La sublimación que estampa un dibujo sobre un papel, que luego se transfiere por medio de calor y presión sobre la tela, aprovechando una propiedad de ciertos colorantes dispersos que subliman a determinadas temperaturas.
Según la tecnología los sistemas de estampación manuales son por bloques, sellos, planchas de metal y shablones; y los automatizados son por shablones, cilindros, transfer e ink jet.
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