Influir al consumidor en su decisión en el último momento es clave, por eso la publicidad en el punto de venta busca sorprenderlo.
Llamar la atención del cliente en el punto de venta, frente a la competencia de otros productos es el desafío que enfrentan la mayoría de las marcas, que saben que casi 70% de la decisión de compra se produce en el local, en los últimos minutos.
Para convencer al consumidor, entonces, será necesario sacar el producto de las estanterías a través de vitrinas o expositores, que lo destaquen del resto.
La publicidad llega, principalmente, a través de los medios de comunicación. No obstante, cuando reciben esa información no tienen el producto delante, por eso la presencia en los locales sigue siendo clave.
En el segmento premium, cobran más importancia porque las marcas no solo venden un producto y un entorno de lujo que tiene que estar representado en los avisos. Allí, los displays tendrán que ofrecer un valor agregado que se concrete en los detalles, en la impresión, los acabados.
Habría que ver las soluciones técnicas, ya que los fabricantes deben adaptarse constantemente a las necesidades del cliente manteniendo coherencia con el producto y sus valores, pero ajustándose a plazos de fabricación y presupuesto.
El packaging permite innovaciones y tendencias en materiales y técnicas de impresión, pero la para la publicidad en el punto de venta es más difícil ya que las dimensiones de los elementos hacen imposible el uso de esos mismos componentes, por lo que se trabaja con materiales estándares intentando imitar en la medida de lo posible el envasado.
Otro aspecto importante es que los espacios de exposición están delimitados, por lo que será clave contar con un equipo capaz de ofrecer soluciones personalizadas y creativas. En estas épocas difíciles es importante sorprender, generar la reacción positiva del cliente.
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