GRAN FORMATO EN PANDEMIA

El Covid-19 afectó la economía mundial y el sector de la impresión no fue ajeno a ello, por lo que podría ser tiempo de reinventarse.

 

Las empresas que importan máquinas se llevaron lo peor de la pandemia.


La pandemia trajo aparejados una serie de inconvenientes que afectaron la economía, primero con la suspensión de los viajes internacionales y después las restricciones al comercio exterior generó un sinfín de problemas para las exportaciones y las importaciones.
Las empresas que importan máquinas se llevaron lo peor de la pandemia y la mayoría de los equipos para impresión son importados desde Europa, Japón o China y muchas quedaron atrapadas en los depósitos y no se pudieron enviar a tiempo.
Del mismo modo, los impresores que exportan sus servicios terminados también sufrieron mucho con estas limitaciones.
En esta nueva realidad, una de las claves es redoblar estrategias para mudar hacia sectores de crecimiento rentable en detrimento de áreas tradicionales como la impresión digital de flyers, carteles, publicaciones y letreros.
Los expertos han observado la impresión de empaques para los alimentos y productos farmacéuticos y los bienes de consumo duraderos y su envío por comercio electrónico como una protección contra la obsolescencia.
Otro horizonte es la impresión decorativa, con tecnologías de gran formato que se vuelven más exigentes y sofisticadas cada año.
La tecnología que impulsó la señalización a corto plazo o el arte mural, la impresión de formato ancho ahora se está dirigiendo hacia aplicaciones decorativas semipermanentes y permanentes, como papel tapiz personalizado y muebles promocionales.
Más allá de la señalización está el ámbito de la impresión en la infraestructura fija, desde marquesinas de autobuses y rotulaciones de edificios hasta menús de pared semipermanentes y papel tapiz en restaurantes.
Ante el potencial para cosechar recompensas, los principales proveedores de tecnología de formato no han detenido el lanzamiento de equipos.

ep