Con ventajas en costos, en ecología y tiempo, las placas sin proceso son una alternativa en las grandes producciones. Las grandes tiradas, como la impresión de periódicos, tuvieron un cambio con la aparición de las placas sin proceso o processless, que han llegado para ofrecer novedad, rapidez, ahorro en los costos y mejorar el trabajo. Las ventajas en cuanto al ahorro de trabajo se fundan en que no hay que tener procesador ni darle mantenimiento como remover y limpiar rodillos y las charolas siempre. A eso se agrega el tiempo de mezclar y preparar los químicos. Esto, además, reduce la necesidad de mano de obra ocupada en esas tareas. En cuanto al cuidado del medio ambiente, se reduce la contaminación del agua al eliminar los desechos. Esta es un área que presenta claras ventajas para las placas sin proceso. Las variaciones que causan anomalías mecánicas y químicas se eliminan. Las ventajas digitales de la exposición directa con el sistema CTP superan el viejo método análogo. Las placas sin proceso pueden utilizar hasta 2400 dpi, con buenos tonos de reproducción en periódicos como en trabajos comerciales. La duración de las placas sin proceso en la prensa es similar a las placas convencionales: podría rendir de 100.000 a 200.000, aunque con variantes dependiendo del papel, la tinta y los químicos que se utilizan en la prensa, que podrían influir en la duración de las placas. Al precio de las placas sin proceso habría que descontarle los beneficios y hacer una comparación para tener un resultado, anotando los beneficios ecológicos y la calidad de impresión más estable. Con las placas sin proceso la prensa se pone en marcha inmediatamente casi sin ajuste, pues la prensa se convierte en el procesador de las placas al revelarlas automáticamente con la solución de la fuente. Se reduce el desperdicio de los primeros ejemplares y esto también cuenta en el valor de las placas sin proceso. 23 de marzo de 2017 – ep