LA CREATIVIDAD ILUSTRADA

La ilustración ofrece múltiples posibilidades a la hora de trabajar sobre las vidrieras o expositores de los locales comerciales. Esta segunda parte muestra las novedades.

 

Las pegatinas y papeles pintados son cada vez más versátiles, económicos y fáciles de colocar.


Desde que empezó el siglo y gracias a la creatividad de artistas que utilizan el diseño y el color con una gran libertad e imaginación, la ilustración ha vuelto a tomar protagonismo: los negocios y las vitrinas vuelven a estar pobladas de imágenes fantásticas, criaturas mitológicas y colores fabulosos.
Se crean nuevas concepciones del decorado de las tiendas, creando rincones dedicados a promociones específicas, usando pósteres, tótems y siluetas de varios tamaños, decorando las paredes y utilizando pantallas con vídeos y animaciones. Las imágenes de los artistas que embellecen la tienda también suelen aparecer en el packaging y en la publicidad.
Las pegatinas y papeles pintados son cada vez más versátiles, económicos y fáciles de colocar, lo que aumenta las posibilidades de hacer que todas las tiendas y escaparates sean originales y memorables. El artista ya no tiene que pintar murales o dibujar sobre el cristal, sino que puede reproducir sus imágenes en distintos formatos.
Gracias a esto, los procesos de compra pueden convertirse en viajes a mundos fantásticos: muchos de los elementos diseñados se procesan en tres dimensiones con impresoras 3D, modelos de resina, esculturas y maquetas.

 

Armonía
En este mar de ideas, destacan las creaciones que encargan las principales marcas de moda, tanto por creatividad como por presupuesto.
Algunas, como Prada y Hermes, ya están acostumbradas a utilizar artistas para lanzar sus nuevos productos, hacer campañas de temporada o para decorar los locales que tienen en las capitales del mundo de manera única e irrepetible para que las ilustraciones no sean todas iguales como sí hacen marcas menos exclusivas como Sephora, que colabora con una de las ilustradoras más importante de las últimas dos décadas, la famosa Malika Favre.
Además de diseñar vidrieras por todo el mundo, caracterizó una serie de productos cosméticos de la marca que se han convertido incluso en el lema gráfico de la empresa. Son unas líneas sencillas en blanco y negro que te remiten a una idea de elegancia más propia del pasado, estilizada y mitificada.
James Jean, quien destacó en el mundo del cómic para luego convertirse en un pintor imaginativo y que ha expuesto en galerías y museos de todo el mundo, ha trabajado para Prada creando distintas imágenes durante los últimos 10 años, como la decoración de la tienda de Soho de Londres. La sintonía del artista con las ideas de la marca es tan fuerte que algunas de sus ilustraciones se han convertido en prendas de ropa.
La tendencia actual de tiendas, centros comerciales y cadenas es atreverse, incluso en países europeos, donde, en general, están menos influenciados por los lenguajes juveniles: arte callejero, ilustración, rotulación, cómics y pintura se pueden mezclar en un caleidoscopio imaginativo que hace que las personas se acostumbren a imaginar.
Mientras que la fotografía sigue desempeñando una función didáctica, realista y evocativa, la ilustración desempeña una función gráfica para definir ambientes, además de la decorativa. Por otro lado, también puede provocar asombro y otras emociones, y hace que lugares que se parecen cada vez más en todas las ciudades del mundo tengan un aspecto insólito e interesante.
El uso de la ilustración está al alcance de todas las marcas, por presupuesto y facilidad de gestión del proyecto. Los productos aptos para ilustraciones y que consiguen hacer más atractiva una tienda son de diversa índole y para todos los presupuestos.
Se pueden utilizar pegatinas en paredes y vidrieras, que son muy recomendables si las imágenes se van a utilizar temporalmente. Los grandes formatos, desde los rígidos hasta los papeles pintados, son una sección con una gran variedad de productos que pueden crear lugares llenos de imaginación.