La impresión en tres dimensiones empezó a diversificar sus usos y, en ese camino, ingresó al sector militar, anunciando lo que sería una nueva revolución industrial, según los expertos. En poco tiempo, la tecnología que parecía destinada a producir solo figuritas plásticas, comenzó a aplicarse a otros materiales, como metal, madera, tela y sus combinaciones, que vislumbran un futuro importante para su desarrollo, sobre todo ante el vencimiento de patentes industriales que limitaban la reproducción de ciertos artículos. Eso llevó a que varias industrias vieran con interés a esta tecnología, entre ellas la de la defensa, a tal punto de que el ejército estadounidense hizo importantes inversiones para imprimir en tres dimensiones uniformes, piel sintética para heridas, alimentos y hasta respuestos mecánicos y herramientas, dijo Alex Chausovsky, analista de IHS Technology. Dando un paso más adelante, investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han inventado la «impresión 4D», con materiales que se transforman en contacto con otros elementos como el agua, lo que podría permitir la fabricación de uniformes camaleón que cambiarían de color en función del entorno. A fines de diciembre, la tripulación de la Estación Espacial Internacional fabricó una herramienta cuyo diseño le fue enviado desde la Tierra, gracias a una impresora 3D especialmente adaptada a la ingravidez. En materia de política internacional, esta tecnología acabaría con la práctica de las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a todo tipo de productos que consideró estratégicos para su economía y defensa. Pero también podría generar consecuencias sobre otras economías: si todos pudieran imprimir bienes, los países dedicados a la fabricación de juguetes, ropa y otros bienes por una mano de obra barata afrontarían dificultades reales. Inventada en la década de 1980, la impresión en 3D despertó un nuevo interés, porque las patentes que limitaban el uso de la tecnología original están expirando, lo que allanará el camino para una competencia que debería hacer subir la calidad y bajar los precios, pero además se podrán fabricar productos imposibles para los métodos tradicionales.