El proceso de compra ha ido cambiando y la costumbre de pasar por un local para hacerse de un producto comenzó a perder vigencia. Los clientes compran por internet y retiran en el comercio; prueban en la tienda y pide el producto desde el celular; ven un producto en las redes sociales y lo adquieren en el negocio. Hay muchas combinaciones más, lo que hizo que la compra en la tienda física y la online se vayan integrando en una sola. Según un informe elaborado por IBM, dentro de 10 años muchos locales se transformarán en showrooms donde los clientes podrán ver, tocar y probar la mercadería, para después comprarla online y que les sea enviada a sus domicilios. Así, la finalidad de las tiendas sería aportar experiencia al consumidor, así como la mejor atención, mientras que el inventario o el almacén pasaría a ser gestionado directamente online. El informe aseguró que 10% o 15% de las ventas de los retailers comenzaron a hacerse por internet; el producto va de fábrica al consumidor. Según sostuvo, para 2025, el porcentaje podría alcanzar a 50% y muchos clientes usarían los locales como probadores o exposición de novedades. Por ese motivo, se daría una transformación de la cadena de suministro. Hoy, la mayor parte de los productos se envían directamente a los negocios pero, al limitarse esa escala, las empresas deberán ajustar el esquema de envíos. El nuevo modelo hará que los retailers cuenten con un inventario transparente e información siempre actualizada, así como tecnología en la propia tienda que permita pedir cualquier producto al momento para poder enviarlo directamente al consumidor, si lo quiere en otra talle o color. Los envíos deberían ser gratuitos y rápidos para competir con las ventajas de contar con stock en el local. ep – 27 de enero de 2016