El envase diferenciado va ganando espacio por el avance del e-commerce.
El comercio electrónico toma cada vez más fuerza en el mercado. Según el estudio Total Retail 2017 de PwC, más de 50% de los usuarios de los países desarrollados compra por internet al menos una vez al mes y la tendencia se va extendiendo hacia otras latitudes.
En este cambio de paradigma, la experiencia de compra se convierte más necesaria y determinante que nunca. En el entorno e-commerce diferenciarse de la competencia es un factor clave y la primera impresión se convierte en un diferencial dentro de la visión del consumidor.
Este primer contacto es a través del embalaje del producto. Aquí es donde el packaging personalizado se convierte en un valor diferencial que genera un impacto en el cliente. El empaque pasa a formar parte de la estrategia de marketing y comunicación del e-commerce.
En un e-commerce las probabilidades de impactar sobre la experiencia del consumidor son menores que en el comercio tradicional. En una tienda física la experiencia está marcada por el ambiente, el olor, la iluminación, la cartelería e información, la atención y el trato recibido.
Es por ese motivo que en un e-commerce hay que cuidar hasta el último detalle para que la experiencia del usuario sea totalmente positiva. Por ese motivo, el envase es el contacto directo entre el consumidor y la marca.