Hace unos años, la sublimación tenía la desventaja de la fidelidad al color, pero los nuevos equipos superaron ese inconveniente y han abierto el mercado a esta técnica. Aunque esta técnica es ideal para la impresión de diseños complejos de forma sencilla y seriada, la viveza de los colores era menos duradera que la de la serigrafía y la imagen perdía definición. Esta situación ha cambiado y la técnica se ha perfeccionado notablemente. Reconocidas marcas se han interesado en este nicho y presentaron equipos para quienes trabajan en él. Además de aumentar la fidelidad al color, han permitido que la durabilidad de los tonos sea mayor, de modo que las prendas impresas mediante esta técnica no sean temporales. Para los diseñadores, acceder al mundo de la moda implica, además de una propuesta artística y una ventaja comparativa, una fuerte inversión económica. Por eso, la sublimación se convirtió en una herramienta importante para materializar sus ideas. Entre sus ventajas está que los equipos sean cada vez más veloces y con menores márgenes de error; los bajos costos de producción; la posibilidad de alterar diseños, realizar selecciones de color con un clic y perfeccionar detalles; para los estampados y la saturación de colores y patrones, el método aporta una alta definición y fidelidad de colores. El papel de la sublimación en la industria textil va más allá de imprimir diseños personalizados, pues esto ya era posible desde hacía décadas. Lo que aporta esta técnica es la posibilidad de crear telas, dando un valor agregado a cualquier diseño. La sublimación ha tenido gran aceptación entre los diseñadores de Latino América, ya que les permite competir con el diseño europeo de alta gama o con los producidos en masa. En esa línea, varias marcas han propuesto la exploración de nuevas tendencias e impulsan a los jóvenes a que se conviertan en diseñadores más que en impresores. Esta tendencia apareció debido a que, dada la accesibilidad de esta técnica, se popularizó de tal manera la impresión por sublimación de estampados sencillos, monocromáticos y sin propuesta de diseño, que su valor ha ido a la baja y ha saturado al mercado, jugando en contra de su desarrollo en el mundo de la moda. 15 de marzo de 2017 – ep