Cada vez son más los sustratos elegidos para sublimar. La cerámica es una buena idea para aportar un giro más a la decoración.
Este método requiere del uso de una almohadilla de fieltro resistente al calor.
La posibilidad de sublimar sobre cerámica permite entrar en el ámbito de la decoración de interiores mediante la impresión de azulejos a los cuales se les puede dotar de una imagen que resalte las características de un lugar o funcione como aviso publicitario en cocinas, baños u oficinas.
Estos materiales deben ser fabricados específicamente para ser decorados con sublimación, otro punto es la resolución, debido a la naturaleza del proceso, una resolución mayor de 300 dpi es generalmente innecesaria.
Existen dos métodos distintos de sublimar cerámica. Uno es boca arriba, de modo que el calor se transfiere de la plancha hacia el papel y luego al azulejo. Sin embargo el método más recomendable es con la loseta boca abajo, atrapando el papel transfer contra la base de la plancha.
Método
Este método requiere del uso de una almohadilla de fieltro resistente al calor con un espesor de 12 mm y tiene varias ventajas. En primer lugar, por el peso no hay necesidad de asegurar firmemente el papel de transferencia sobre el azulejo; en segundo lugar, permite que el azulejo se hunda en el fieltro y así fuerza al papel transfer alrededor de la loseta, envolviendo los bordes, lo cual deja un acabado más profesional sobre la parte biselada del azulejo.
Por último, con este método evitamos texturas en la superficie revestida del azulejo lo que deja un acabado muy brillante y ultra suave. La única desventaja de este método es que el tiempo de transferencia es el doble del método de cara arriba, ya que el calor tiene que viajar a través del espesor del azulejo.
Se deberá imprimir las imágenes aproximadamente 5milímetros más grande que el tamaño del sustrato al que se va a transferir. Esto permite un margen de error a la hora de alinear el producto bajo la prensa térmica. Se debe tener en cuenta que la humedad puede causar resultados no deseados como cambios de color, sangrados y transferencias irregulares con el proceso de sublimación.
Después de transferir la imagen sobre el sustrato, hay qeu extraer inmediatamente el papel transfer. Cualquier residuo de papel que quede sobre el sustrato tras la transferencia se puede quitar con alcohol isopropiílico.
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