Los logos necesitan ser claros, simples y memorables para que el consumidor pueda asignarles valores positivos. A la hora de diseñar un logo y también de rediseñarlo hay que enarbolar la bandera de la sencillez y también prestar mucha atención a las tendencias de diseño. Si una marca va a ser remozada, debería prestar atención a las nuevas tendencias: Las tipografías personalizadas dotan a los logos de las marcas de un lenguaje profesional y natural y llaman la atención del consumidor de manera muy enérgica; con iconografía abstracta, alejándose de los iconos estandarizados, los logos tienen mayor poder para expresar ideas complejas de una forma mucho más fresca. En una era dominada en el futuro por los dispositivos de pantallas pequeñas las marcas necesitan logos minimalistas y suficientemente fluidos para acomodarse a ellas; además, los logotipos de nueva hornada deberán romper las convenciones y pisotearlas de manera deliberada para que el consumidor termine amando la ruptura. Los logotipos recargados no están al día, hoy está de moda reducir los logos a la mínima expresión y dejarlos casi desnudos. El diseño minimalista es mucho menos monótono y mucho más pegado a la realidad; las tipografías que generan ilusión de movimiento tienen cada vez mayor aceptación, y después de años de monocromía, el diseño de logos está girando hacia medios tonos y los degradados. 27 de abril de 2016 – ep