La tinta blanca siempre es una opción original y elegante que puede imprimirse sobre todo tipo de papel, con buenos resultados en offset.
Esta es una tinta especial que resulta ajena al sistema de impresión CMYK.
La impresión con tinta blanca es una de las últimas novedades, que en poco tiempo pasó a ser un recurso recurrente para los diseñadores gráficos y pasó a verse con más frecuencia en ejemplos de branding, packaging, tarjetas de visita, flyers, cuadernos personalizados, blocs de notas.
Hasta hace poco la tinta blanca había estado siempre reservada a la impresión por serigrafía. Si un diseñador gráfico quería dejar una forma vectorial en blanco sobre una superficie oscura, la única posibilidad era recurrir a esta técnica de impresión permeográfica. No obstante, la tecnología digital ha logrado que sea posible imprimir tinta blanca opaca directamente, sin necesidad de recurrir a la serigrafía. La impresión por tinta blanca ya es viable tanto en impresión digital, como en impresión offset, aunque ésta última cuenta con algunas diferencias.
Esta es una tinta especial que resulta ajena al sistema de impresión CMYK, como sucede con las tintas fluorescentes o metalizadas. Por ello, para la impresión en tinta blanca se debe cambiar los cuerpos de tinta de la máquina que realizará la impresión.
El soporte
Otro detalle a tener en cuenta antes de realizar la impresión es conocer bien el soporte sobre el que se va a imprimir en tinta blanca. Este tipo de tinta especial funciona mejor sobre papeles de tonalidad oscura y de color. El contraste será mayor, facilitando la lectura de la creatividad a imprimir.
Para usar tinta blanca con impresión Offset se requiere cambiar los cuerpos de tinta de la máquina, lo que puede llegar a ralentizar el proceso de impresión. No obstante esta técnica otorga una calidad de impresión envidiable y resulta muy económica en tiradas largas. La impresión Offset puede resultar la mejor alternativa para grandes cantidades o gran formato.
Una desventaja importante es su densidad. Con Offset el resultado del uso de tintas blancas no es 100% opaco, y se observa algo traslúcido. Para que ese blanco se vea más nítido y fuerte se deberá someter al soporte a varias pasadas, lo que puede volver a ralentizar más el proyecto, además de encarecerlo. Por tanto, para mejorar la legibilidad es preferible que la tinta blanca offset se utilice sobre papeles de color, opacos u oscuros. Así se garantiza que la legibilidad de la impresión es siempre la correcta.