Las tintas le aportan el color al impreso y su principal característica es el color, una de sus propiedades ópticas. Las características de las tintas asociadas al movimiento del fluído afectan también el color, dado que influyen en el equilibrio agua-tinta, fundamental para lograr el valor de densidad óptimo, para mantenerlo durante el tiraje, para controlar el tamaño y forma del punto de trama y para lograr una buena apariencia en las sobreimpresiones. Cada componente de las tintas es responsable de una o varias de sus características y de su comportamiento durante el proceso. Las tintas para impresión se componen de pigmento, barniz o vehículo y aditivos. Los pigmentos orgánicos son de mayor intensidad y transparencia que los inorgánicos. Las tintas que contienen pigmentos orgánicos son aparentemente más costosas pero, al ser más intensas, se requiere una menor cantidad, lo que implica menores costos que, junto con los beneficios asociados a la calidad y la productividad, harían más favorable su utilización. Por otra parte, las tintas con pigmentos orgánicos tienen mayor transparencia, lo que favorece la reproducción de la gama cromática y la apariencia del impreso. La norma ISO 12647-2 establece los valores de colorimetría en coordenadas L*a*b* que deben tener las tintas impresas después de secar y la ISO 2846-1 establece los requisitos de color y transparencia de las tintas para impresión offset a hojas y rotativa y describe los métodos de ensayo. El pigmento es responsable también de la resistencia de las tintas a la luz, la temperatura y sustancias químicas como los álcalis. De la resistencia de los pigmentos depende que la tinta mantenga su tonalidad una vez impresa. El barniz o vehículo, compuesto por resinas y aceites, es el responsable del transporte y fijación del pigmento. Las propiedades físicas de la tinta como la velocidad de secado, el asentamiento (setting), brillo, viscosidad, rigidez, flujo, tack, dureza, secado y formación de la emulsión, se deben fundamentalmente a las características del vehículo. La viscosidad y otras propiedades físicas varían en la tinta con la agitación; esto se conoce como tixotropía. La viscosidad varía también con la temperatura; a mayor temperatura, menor es la viscosidad. Al disminuir la viscosidad, debido a la agitación y a las temperaturas del proceso, aumenta la tendencia a la emulsificación de la tinta. En el proceso offset, el agua forma una emulsión con la tinta, es decir, se encuentra suspendida en esta en pequeñas gotas. La toma de agua por parte de la tinta es una propiedad que se conoce como “tendencia a la emulsificación” y es muy importante para lograr la estabilidad del tono durante el tiraje. El suministro de agua durante el proceso es fundamental para lograr el equilibrio agua-tinta. Al disminuir la viscosidad, se reduce también el tack, característica que describe la “pegajosidad”, fundamental para lograr la superposición eficiente de las tintas (trapping). Esta propiedad, por lo tanto, incide también en la reproducción del color.