Una manera de sacar el mayor provecho al trabajo sería la de generar flujos que incrementen el rendimiento y disminuyan costos y labores.
Las reglas de procesamiento por lotes pueden crearse y gestionarse en función de los atributos de los trabajos.
Para mantener las prensas en funcionamiento con el menor número de interrupciones posible, una de las mejores prácticas de las operaciones de impresión de alto rendimiento es aprovechar el poder de la creación de lotes.
Aunque muchos impresores están familiarizados con la idea de unir pequeños trabajos para crear tiradas más largas, la creación de lotes aporta inteligencia, precisión y automatización al proceso. Es diferente de la concatenación, que los impresores pueden utilizar para apilar archivos en una sola tirada de impresión.
Las reglas de procesamiento por lotes pueden crearse y gestionarse en función de los atributos de los trabajos para optimizar la producción con el fin de cumplir los acuerdos de nivel de servicio, las demandas de producción o el procesamiento basado en los requisitos del cliente.
Los lotes son grupos de trabajos que comparten elementos comunes que permiten procesarlos e imprimirlos juntos. Los trabajos pueden compartir un perfil de color, un papel o una ruta de acabado comunes, pero llegan desde distintas aplicaciones y ubicaciones de red con calendarios diferentes. La creación de colas de lotes para retener y luego liberar archivos cuando se cumplen los criterios asignados agiliza la producción y aumenta la eficiencia.
Los impresores offset llevan décadas utilizando estas técnicas. A menudo aceptan trabajos de varios clientes y utilizan aplicaciones de anidamiento o agrupamiento para aumentar la capacidad de impresión. Muchos trabajos pueden compartir una hoja común para la impresión y luego separarse en función de sus requisitos de acabado.
La aplicación de técnicas similares a la impresión comercial, transaccional, de correo directo y de otros tipos ayuda a eliminar los esfuerzos manuales para gestionar el creciente número de trabajos de tiradas cortas, un reto constante para muchos impresores.
Para empezar se examinan los datos para identificar los tipos de trabajos habituales que se gestiona; se identifican los elementos físicos, como papel y acabado, y los perfiles de color y los niveles de tinta.
Los lotes deben tener perfiles de tinta similares, por lo que se debe mantener los folletos con muchos gráficos separados de los archivos con menos elementos gráficos, como las facturas, además de separar los trabajos con perfiles de color oscuros de los más claros.
Una práctica recomendada es utilizar las variaciones de las aplicaciones de impresión para desarrollar colas de trabajos que permitan automatizar la captura de los trabajos entrantes y su enrutamiento.
Aunque muchas operaciones de impresión utilizan carpetas activas para gestionar los trabajos, esa forma básica de automatización no dispone de la inteligencia de software necesaria para el procesamiento por lotes. Si hay dispositivos de alimentación de hojas y continuos, mover los trabajos entre ellos requiere una planificación cuidadosa.