La impresión textil concentra diferentes alternativas de recursos e insumos. Su evolución parece no tener techo. En los sistemas de impresión digital textil por sublimación se usa tinta dispersa base agua, que pueden imprimirse de forma directa sobre los tejidos de poliéster o mediante transfer y luego por una calandra para la termo fijación de las tintas. Hay varias aplicaciones para este tipo de impresión: banderas, expositores, pop-ups, mostradores, fondos de escenario, fundas, decoración de stands, escaparatismo, estructuras colgantes, cortinas, entre otras. También se puede adaptar a pequeñas y grandes tiradas de estampación textil personalizadas para forrar o decorar cualquier elemento, como por ejemplo sofás, sillas o banquetas. La historia viene tomando impulso desde fines del siglo XX y promete seguir creciendo con énfasis. La impresión directa de textiles comenzó a abrirse camino en el escenario de finales de la década de los ’90 y, en poco tiempo, todos los reportes de la industria comenzaron a promoverla impresión textil digital como el próximo gran pastel en que la industria de la impresión digital iba a hincar sus dientes. Los analistas de la industria vieron en las grandes hilanderías el mercado para la impresión textil digital. Las impresoras digitales de gran formato, razonaron, les permitirían producir impresiones y muestras de sus extensas tiradas textiles con mayor rapidez y menos costos que los métodos tradicionales. Por la fragmentación que ofrece el mercado, se abren las oportunidades para quienes sean creativos y produzcan utilidades.