La flexibilidad de uso que permite esta técnica facilita la producción en distintos elementos.
La sublimación es una técnica flexible para la decoración de productos. No sólo sirve para decorar prendas. La variedad de decorados es enorme: desde tazas hasta piedras, pasando por platos, termos, vasos, cubiertos o marcos, entre otros.
Básicamente cualquier cosa que contenga poliéster o que esté tratado con una capa de poliéster puede ser sublimado. La segunda condición es que el objeto sea blanco o de un color muy cercano al blanco.
Esto se debe a que la tinta de sublimación no es opaca, “digamos que son más parecidas a la tinta de la acuarela que a la pintura al oleo”. La tinta de sublimación no puede cubrir un color fuerte como el rojo o negro, por ejemplo.
Gracias a la versatilidad de los hornos de sublimación, se puede sublimar objetos cónicos, de medidas especiales y también la superficie completa de una taza, incluso por debajo del asa, ya que con una plancha transfer no se puede abarcar toda el área del producto personalizable.
Otra ventaja es que en un horno de sublimación puedes personalizar varios productos a la vez, optimizando así tu tiempo de producción, ganando tiempo y siendo más eficiente a la hora de producir.
Un producto de este tipo amplía en gran medida el potencial de un negocio y la gama de productos que se pueden ofrecer y resulta una inversión que seguro se traducirá en beneficios en muy poco tiempo, además de conseguir diferenciarte de tu competencia.